- Aventura y Montaña
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Ramón Portilla nos cuenta en primera persona cómo vivió las V Jornadas Jornadas de Montaña y Aventura de Madrid, celebradas en el Centro Cultural de la Casa del Reloj del 19 al 22 de noviembre.
“Este año, las Jornadas Kutxabank de Montaña y Aventura estaban plenamente dedicadas al mundo de la escalada en roca. Era una decisión consciente por mi parte, y la llevé a cabo con el criterio que ha guiado siempre mi trabajo como coordinador de estas jornadas: invitar a personas que, independientemente de su relevancia mediática, tengan buenas historias que contar y una experiencia interesante a sus espaldas. En ese sentido, las Jornadas fueron un éxito rotundo, empañado sólo por el hecho de que la afluencia de público fue muy superior al aforo de la sala, por lo que cientos de visitantes se quedaron fuera.
En unas Jornadas dedicadas a la escalada, está claro que La Pedriza tenía que aparecer por algún sitio. La primera sesión juntó en el mismo escenario a representantes de varias generaciones: desde César Pérez de Tudela, que repasó los nombres de los grandes pioneros de la escalada española, hasta jóvenes como José Ignacio Luján o Talo Martín. No es fácil reunir en un mismo lugar a personas tan dispares, pero la leyenda de La Pedriza lo hizo posible; hay pocos lugares tan mágicos y especiales como esta zona en la que la escalada se convierte en algo verdaderamente pasional, y así pudimos comprobarlo.
El martes recibimos la visita de dos mujeres comprometidas con formas muy diferentes de entender la escalada. La primera de ellas, Daila Ojeda, la enfoca desde una perspectiva deportiva, y es una de las figuras más importantes de su generación. La segunda invitada, Silvia Vidal, escapa de todas las clasificaciones y rompe todos los esquemas imaginables. Su compromiso con la escalada desde un punto de vista ético y limpio, basado en la soledad y en la fortaleza mental, hace de ella una auténtica rara avis a quien siempre es un placer escuchar.
El miércoles el auditorio del Centro Cultural de la Casa del Reloj vivió una auténtica revolución con la llegada de los hermanos Iker y Eneko Pou, dos escaladores que no necesitan presentación ninguna. Su intervención tuvo momentos memorables, como cuando un adolescente que estaba entre el público cogió el micrófono para decir que, para él y sus amigos, los Pou eran como Justin Bieber, auténticos ídolos cuyas hazañas siguen diariamente con el fervor que se sigue a la gente que uno admira. Sin duda, uno de los hechos que más me enorgullecen es haber conseguido llegar hasta estas generaciones más jóvenes para acercarles un mundo que considero fascinante y muy preferible a otros hábitos de ocio; cuando se es adolescente, hay cosas mucho más peligrosas que la escalada.
La clausura, como siempre, fue una auténtica apoteosis. El espacio más amplio de la Nave de Terneras acogió a los hermanos Favresse, que cautivaron al público con su encanto personal, su sentido del humor y su insospechada habilidad para la música. Sin duda, nos tuvieron encandilados durante toda su intervención, y fueron el mejor modo posible de concluir por todo lo alto unas Jornadas que mejoran cada año y que, a día de hoy, tienen una entidad propia muy marcada. Sin duda, un auténtico lujo como organizador y, también, como amante de la montaña, la aventura y la escalada.”
Muchísimas gracias a todos los que asististeis al las jornadas. Aquí os dejamos el vídeo resumen de las Jornadas de Montaña de este año en Arganzuela.
Y, si te has quedado con ganas de más, echa un vistazo a las fotografías del evento en Flickr.