- Aventura y Montaña,Expediciones
- No hay comentarios
Alex Txikon se encuentra a las puertas de coronar por primera vez el Everest (8.848 metros) durante el invierno y sin la ayuda de oxígeno artificial. El alpinista vizcaíno ha terminado ya de equipar con cuerdas la ruta hasta los 7.850 metros. Su intención era continuar equipando hasta el campo 4, situado en el collado sur a unos 8.000 metros, pero un cambio en la meteorología, con vientos muy fuertes, y la indisposición de Temba Bothe, uno de los integrantes del equipo, les ha obligado a regresar al Campamento Base cuando se encontraban entre los campos 3 y 4 del Everest.
El propio alpinista ha explicado en su página de Facebook que las razones que les han llevado a regresar al campo base han sido que las últimas jornadas “han sido muy exigentes en altura”, y ha vuelto a sentirse orgulloso del trabajo que su equipo ha realizado “en condiciones extremas”. Por su parte, su equipo ha relatado cómo el alpinista y el resto de escaladores de altura tuvieron problemas el día anterior para dormir en el campo 3 debido a los vientos de más de 60 km/h, que dejaron una sensación térmica de 45°C bajo cero, y la reducción en un 30% del nivel de oxígeno en el aire.
Aunque su intención era pasar la noche en el campo 2 o en el 1, Alex Txikon comunicaba al resto de la expedición por radio su decisión de volver al campo base, después de que su compañero Temba sintiera un “importante malestar” que le impidió trabajar la mayor parte del tiempo.
El equipo de escaladores de altura regresó al Campamento Base de noche, en total oscuridad y tras haber comprobado cómo la mayoría de los tramos de cuerda fijados en el sector de la cascada del Khumbu habían quedado inservibles: las altas temperaturas de los últimos dos días en esa cota habían modificado por completo el recorrido que habían trazado. Los escaladores de altura descansarán a partir de ahora mientras que los dos ice doctors deberán reevaluar todo el recorrido de la cascada, y analizar las necesidades de material para subir de nuevo bobinas de cuerda, estacas y escaleras, principalmente.
La expedición de Alex Txikon arrancó su periplo en el Campo Base del Everest a principios de enero con el objetivo de afrontar la ascensión invernal al techo del planeta sin la ayuda de oxígeno artificial, una gesta que ya intentó el pasado año pero que tuvo que abandonar por la dureza de las condiciones climatológicas. En esta ocasión, el clima ha acompañado y el equipo ha conseguido equipar con rapidez la ruta hasta los 7.850 metros. Esta fue la razón por la que la expedición decidió aprovechar el tiempo “sobrante” para complementar su aclimatación y escalar el Pumori (7.161 m.), situado a apenas 8 kilómetros del Everest.
A pesar del fuerte viento, el equipo de Txikon, Ali Sadpara, Nuri Sherpa y Temba Bothe alcanzaron el pasado día 20 la cima de la que muchos llaman la “Hija de la Montaña”, un pico con una forma piramidal casi perfecta. Su belleza, sin embargo, esconde un enorme riesgo por la cantidad de aludes que se producen en sus laderas. Uno de ellos fue, precisamente, el responsable de la muerte de cinco alpinistas vascos en 2001.
El equipo regresó al Campo Base del Everest inmediatamente después, y desde entonces ha estado realizando los preparativos para afrontar su ascenso a la cumbre. El equipo de Alex Txikon prevé escalar a la cima del Everest durante la segunda quincena de febrero.