- Aventura y Montaña
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“Deporte en el cual los corredores visitan un número de puntos marcados en el terreno, denominados controles, en el menor tiempo posible, ayudados solo por un plano y una brújula”. Esa es la definición de la orientación como deporte reglado que da la Federación Internacional de Orientación (IOF).
¿De qué estamos hablando? La orientación es un deporte muy vinculado a la naturaleza que va ganando adeptos cada año. Consiste básicamente en realizar un recorrido, normalmente por zonas boscosas, pasando por puntos de control obligados que se indican en un mapa que se entrega a todos los participantes momentos antes de la salida. En base a este y a las habilidades del deportista para la orientación (con la ayuda o no de la brújula), este deberá ir cubriendo todos los puntos de control lo más rápido posible hasta llegar a la meta.
Como se intuye, se trata de un deporte en el que se mezcla el factor físico (cuanta más rápido se complete el recorrido, mejor), y el “mental” (los participantes deben orientarse lo mejor posible para escoger las rutas más rápidas de un punto a otro), así como el contacto con la naturaleza (las competiciones suelen realizarse en bosques). Una práctica muy adaptada pues para aquellos deportistas con mentalidad aventurera.
Los orígenes de la orientación como deporte
El origen de la práctica de la orientación como deporte se remonta a finales del siglo XIX en los países escandinavos, donde inicialmente se practicaba en esquíes. Estos países hicieron este deporte suyo, definieron las bases reglamentarias, organizaban campeonatos nacionales e incluso lo introdujeron en el sistema educativo como asignatura. En 1961 se creó la Federación Internacional –International Orienteering Federation (IOF)– a la cual hay más de 60 países afiliados. A día de hoy es la encargada de regular del deporte a nivel internacional.
A partir de entonces, muchos países fueron adquiriendo esta disciplina deportiva. Normalmente antes de llegar a la población civil, se instauraba en el ejército. En la década los 70 el profesor Martin Kronlund lo instauró en INEF Madrid. Los siguientes años serían testigos de la creación de la primera asociación y de la primera prueba internacional. Hoy en día es la Federación Española de Deportes de Orientación- FEDO- quién regula las pruebas de orientación a pie, en bici de montaña, los maratones de orientación y los raids, con un extenso calendario de pruebas en toda la geografía española sobre la que hay numerosos mapas registrados, número que aumenta cada año por el incremento de la práctica.
La importancia del mapa
El mapa es el gran protagonista de este deporte. Priman el detalle y la precisión. Para su elaboración se emplea una simbología específica y unas normas concretas. Esto hace que corredores de todos los países puedan interpretarlo sin problemas.
La mayoría de las zonas cartografiadas son enclaves naturales de tipo boscoso. No obstante, en los últimos años está surgiendo con fuerza la modalidad Sprint, que se practica en zonas urbanas con carreras más cortas, menos técnicas pero mucho más rápidas. Parece que es una buena forma de promocionar el deporte puesto que facilita la asistencia de público.
En esencia, la orientación es una práctica deportiva en la que se combina cuerpo y mente a la vez que se tiene contacto con la naturaleza. Ni la edad ni la forma física son determinantes, ya que cada uno elige a qué nivel quiere practicarlo. Como en la mayoría de los deportes hoy en día, existen categorías para todo tipo de niveles de práctica.