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La expedición ya ha alcanzado el Campo I, Juanjo San Sebastián nos cuenta como fue y como preparan el ascenso a la cumbre del Laila Peak:
“Los tres días transcurridos desde el último envío de noticias han sido pródigos en acontecimientos. Lo último que contamos fue que veíamos la montaña en pésimas condiciones y que íbamos a dividirnos en dos grupos para reconocer otros tantos itinerarios con vistas a empezar a trabajar de inmediato en el menos malo. Lo que sucedió el día 29 fue lo contrario de lo que imaginábamos, ambas alternativas presentaban unas condiciones excelentes de trabajo. Para sorpresa de todos, la nieve a partir de los 4.400 metros, la cota alcanzada en el primer vistazo realizado por Álex, José y Álvaro, mejoraba sustancialmente. Así que no nos costó mucho optar por el camino más cercano al campo base, algo más complicado que el alternativo, pero mucho más directo y rápido. Este trazado nos coloca, además en una mejor situación de cara a la continuación de la ruta hacia la cumbre.
Como suele suceder en estos casos, lo mejor de esta decisión no ha sido la decisión en sí, sino el cambio que ésta ha provocado en nuestro estado de ánimo, porque sabemos hacia dónde movernos y tenemos el plan de acción de los próximos días. Disponemos de alguna certeza donde antes sólo eran incertidumbres y tenemos todas las ganas del mundo de quemar las necesarias etapas previas a lanzar el primer intento de cumbre.
Pero aún las certezas se entremezclan con las incertidumbres, los inviernos en el Karakorum son durísimos por lo tanto no vamos a intentar subir en estilo alpino. El intensísimo frío consume energías aún en estado de reposo, los días, en horas de luz, son muy cortos y las características de dificultad técnica de esta montaña nos obligarán a trabajar casi siempre con lentitud, asegurándonos en cada largo de cuerda, utilizando mayoritariamente guantes ligeros para maniobrar mejor… muchos obstáculos a salvar. En el terreno de lo favorable, todo lo que se deriva de un buen planteamiento estratégico: queremos instalar y abastecer al menos un campamento de altura, dos si fueran necesarios, y transportar material y tiendas hasta el collado donde prevemos dormir la noche anterior al intento de cumbre. Tenemos alrededor de 2.000 metros de desnivel desde el campamento base hasta la cumbre. De modo que vamos a fragmentar la escalada en tres partes, teniendo en cuenta una cuestión: la montaña nos impone. Superados los 1.000 primeros metros estaremos el campo I, a 5200 de altitud. El collado desde donde partiremos hacia la cima se encuentra a 5300 metros y entre ambos puntos deberemos recorrer una larga y delicada travesía de considerable longitud en la que, sin embargo, apenas ganaremos altura. Desde este collado hasta la cima, la pala final: 800 metros escasos de desnivel, una distancia “cómoda” en relación a la cota (6000) en que nos movemos… si no fuera por la dificultad mantenida y cambiante de este tramo, por las condiciones, inciertas, en que pueda encontrarse, por el frío y por las escasas horas de luz.
A día de hoy, 31 de enero, todos hemos alcanzado el Campo I. Anteayer, día 29, Álex y José abrieron huella hasta dicho punto. Ayer, mientras ellos descansaban, Ramón, Álvaro, Sebas, y yo hicimos lo propio dejando, entre todos, el campo prácticamente abastecido. Hoy, día 31, mientras nosotros descansamos, de nuevo Álex y José han subido al Campo I con la intención de pasar allí su primera noche en altura y tratar de acercarse mañana al collado bajo la cima. La clave de su actividad consistirá, no obstante, en traer la información precisa para trazar la línea exacta de unión entre el campo I y el collado. José y Ramón conocen la montaña de intentos anteriores, pero ellos, en verano, escalaron una torre de roca que nosotros ahora queremos flanquear pretendiendo ganar así unas horas preciosas de luz y energías que necesitaremos, sin duda, cuando volvamos a transitar este terreno, camino de la cumbre. Mañana 1 de febrero, cuando José y Álex hayan cumplido su jornada, todos nos encontraremos en el Campo I, evaluaremos la situación, recorreremos parte del camino que nos queda hacia la cima transportando el material de escalada que podamos, y retornaremos al Campo Base. Con ello, la primera fase del trabajo en montaña, al igual que nuestro período de aclimatación, habrán concluido y estaremos en condiciones abordar el primer intento de cumbre. Estos son los planes, los nudos de la cuestión, las certezas y las incertidumbres.
Última hora
Acabamos de hablar con José y Álex a través del “walkie – talkie”. Están bien, pero el frío debe de ser intensísimo ahí arriba. Nos piden dos cosas importantes: Que no dudemos en subir los monos de pluma para trabajar en altura, y que, para las ocho de la tarde, cuando llamen de nuevo, les digamos sin dilación, el resultado del partido Madrid – Barça de ayer.
Así lo haremos”.