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Si escalar el K2 supone un reto en verano (está considerada la montaña más difícil del planeta) hacerlo en invierno resulta una tarea casi imposible. Leyendas vivas del alpinismo como Krzysztof Wielicki han tenido que desistir después de protagonizar varios intentos en los últimos años, y expediciones como la de Alex Txikon ha empezado a comprobar el porqué.
Dos de las personas que prestaban apoyo a la expedición dirigida por el montañero vizcaíno, Jon Barredo y Eva Robles, han tenido que ser rescatados por el ejército paquistaní “en condiciones climatológicas extremas” después de que el primero sufriera un problema en una pierna que le impedía desenvolverse con normalidad. Tras el rescate, ambos fueron conducidos a la localidad paquistaní de Skardú.
Este rescate ha coincidido con el abandono de otro de los miembros del equipo, el alpinista polaco Waldemar Kowalewski, que también ha tenido que retirarse de la expedición. Kowalewski recibió el impacto de un bloque de hielo en la clavícula cuando porteaba material camino del C1, a unos 5.800 metros.
Además, otro de los integrantes polacos de la expedición Marek Klonowski, ha tenido que abandonarla, en este caso temporalmente, para completar un tratamiento con antibióticos que exige condiciones menos extremas. El objetivo es conseguir que se reincorpore al grupo después de 10 días.
A pesar de que se trata de bajas sensibles para la expedición, Alex Txikon mantiene su objetivo de coronar por primera vez el K2 invernal. Lo hará por la vía clásica, la ruta de los Abruzzos, después de sopesar la posibilidad de explorar el estado de la cara Este, una de las paredes menos conocidas de la montaña. Finalmente, según informó su equipo, la expedición ha descartado esta posibilidad porque se trata de un trayecto “muy arriesgado y peligroso” que convertía la tarea en algo “imposible”.
En la actualidad, la expedición del montañero vizcaíno se encuentra en el Campo Base y ha comenzado a equipar los primeros tramos de la ruta gracias a las buenas condiciones climatológicas, que únicamente se han visto ensombrecidas por el fuerte viento reinante en la zona. Gracias a ello, el equipo ha conseguido alcanzar la cota de 6.700 metros en solamente dos días. «Estamos muy contentos, vamos muy bien. Hemos equipado en dos días hasta el C2, es increíble»,
La expedición dirigida por Alex Txikon no es la única que prepara el asalto al K2 en invierno. Un equipo compuesto por alpinistas rusos, kazajos y kirguís se encuentra en la misma zona y también ha alcanzado el C2, a 6.800 metros.
Sin embargo, y a pesar de su proximidad, las dos cordadas no han trazado ninguna estrategia conjunta y hasta están equipando en paralelo por una ruta que nadie ha ascendido antes en invierno. Se da la circunstancia de que el equipo ruso-kazajo-kirguís también ha comenzado a sufrir la dureza de esta expedición: durante los últimos días Dmitry Muraviov se sintió indispuesto y tuvo que darse la vuelta y regresar al campo base acompañado por Konstantin Shepelin, mientras que Mikhail Danichkin empezó a sufrir un fuerte catarro a 6.500 metros y tuvo que descender al CB.
Durante los próximos días se esperan condiciones climatológicas muy adversas en la zona, y es previsible que se prolonguen durante los primeros días de febrero.