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El director de documentales Jon Herranz (Getxo, 1980) salió de Bilbao el 7 de junio con destino a Paquistán con:
- dos cámaras de fotos que graban vídeo
- tres lentes
- una grabadora
- un trípode
- un slider (una especie de trípode con railes que permite deslizar la cámara)
- un ordenador portátil
- tres discos duros
Regresó a Bilbao el 1 de agosto tras vivir y trabajar durante 35 días a más de cinco mil metros de altura.
Pero eso no es lo importante.
Lo que quedará de ese viaje son las historias que cuenta. Son historias sobre tres tipos duros que suben montañas y sobre personas y paisajes que se cruzan con esos tres tipos duros durante la aventura. Muchas de ellas las grabó, editó y publicó en internet desde el campo base de la decimotercera montaña más alta del planeta: el Gasherbrum II (8.035 metros). Las puedes ver aquí.
El documentalista, cofundador de la productora Namuss Films, se encargó de grabar la expedición vasca WOPeak, que intentó alcanzar este verano por una vía poco habitual y al estilo alpino la cima de esa montaña situada entre Pakistán y China. Los tres alpinistas Alberto Iñurrategi, Juan Vallejo y Mikel Zabalza dirigían el grupo. Fueron 56 días de viaje.
Herranz solo tuvo dos meses para prepararse. Empezó a correr. “Ellos me decían que estuviera tranquilo, que no necesitaba entrenarme”. Él, que como escalador que es está en forma, salía a trotar para ganar fondo. En Pakistán grabó la marcha de siete días a pie hasta el campo base. A partir de ahí los alpinistas Iñurrategi, Vallejo y Zabalza se encargaban de grabar su propio camino hasta la cumbre, que pretendían alcanzar con lo puesto: sin cuerdas fijas ni nada que no entrara en sus mochilas. A la vuelta, Herranz editaba las imágenes.
No pudo ser. El mal tiempo impidió que llegaran a la cima. “Fue la única pega”, dice el documentalista, que pasó 35 días en el campamento base y que volvería al Himalaya, pero “no a cualquier precio ni con cualquiera”. Cree que encaja más en proyectos como WOPeak, en el que al contrario que otras expediciones lo más importante no es llegar a la cima, sino regresar con historias que contar.