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Lunes 22 de julio de 2013 – De vuelta a casa
Sanos y salvos, nuestros tres aventureros e integrantes de la Expedición al Paiju Peak, Iñurrátegi, Vallejo y Zabala, ya están de vuelta en casa. Ayer lunes, en Bilbao, contaron ante los medios de comunicación su gran experiencia: un novedoso intento de conquistar una montaña de 6.610 metros, que se ha visto finalmente frustrado por la imposibilidad de mantenerse más de dos días colgados de una pared vertical, soportando ventiscas y nevadas ininterrumpidas.
“Las cosas no nos han salido como queríamos”. Alberto Iñurrategi abría la Rueda de Prensa ayer con un ejercicio de autocrítica. “El 3 de julio con todo el equipo a cuestas y la comida para 14 días entramos en la pared Sur del Paiju Peak con intención de escalarla, más bien de abrirla, y día a día las condiciones en la montaña iban empeorando; avalanchas, la pared cada vez más blanca y los partes de tiempo no nos daban esperanzas. Se alejaba la posibilidad de hacer cima en la montaña, 6.610 metros, y empezamos a conformarnos con alcanzar la cima del pilar. Pero la pared se puso imposible y está claro que no acertamos con la estrategia. Es un proyecto de una gran envergadura y quizás hubiéramos necesitado intentarlo en un estelo algo menos ligero, con algunos metros más de cuerda fija para hacerlo con más rapidez. Solo teníamos una foto, asumimos el riesgo de adentrarnos por terreno inexplorado y no nos salió bien. Las condiciones de la primera parte de la pared, siempre mojada, ahora por nevadas ahora por la nieve que cae de los neveros cuando el sol calienta, la enormidad de la montaña, los riesgos que hemos corrido ante continuas avalanchas… El objetivo, sin embargo, es bonito y merece la pena intent arlo de nuevo. Así que hemos dejado parte del material en Skardu porque queremos volver el año que viene”.
Mikel Zabalza confirma las palabras de Alberto, “tenemos buena parte del camino adelantado. La pared es enormemente atractiva con un pilar muy bien defendido. Caen dos o tres avalanchas diarias a la derecha del pilar, que es es la purga natural de la montaña; la verdad es que nos caían muy cerca. Y a la izquierda una inminente cascada de seracs. Esto da una idea de lo intimidante del entorno. Es un Capitán metido en el Karakorum, una escalada artificial de Big Wall mezclada con escalada libre y eso sumado al hecho de que no teníamos nada de información y de que íbamos abriendo la vía dificultaba el avance”.
“Quizás fuimos demasiado optimistas”, dice Juan Vallejo “y atac amos la pared en un estilo demasiado ligero. Algo más de cuerda para hacerlo más rápido y ganar días habría sido más acertado pero cuando vas a lo desconocido a veces aciertas y otras no. Me quedo con que es un objetivo de gran envergadura y merece la pena volver a intentarlo”.
El pilar sur del Paiju Peak ha quedado pendiente como un gran desafío para el futuro de nuestros tres montañeros, que están dispuestos a volver a arriesgarse en esta aventura cuando se sientan de nuevo preparados para este reto.
Aquí puedes ver el resumen de la experiencia Paiju Peak 2013