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En 1808, la francesa Marie Paradis se convirtió en la primera mujer en escalar la montaña más alta de Europa, el Mont Blanc, en contra de todos los pronósticos y de los innumerables prejuicios sociales de la época.
En 2010, otra mujer, la tolosarra Edurne Pasaban engrandecía la figura femenina al coronar por primera vez los 14 ochomiles del planeta y situar a las mujeres al mismo nivel que los hombres en este deporte.
Y el mes pasado, 110 años después de la gesta de la pionera Paradis, Hanifa Yousoufi inscribía su nombre en la historia del montañismo al convertirse en la primera mujer afgana que llegaba a la cumbre del Monte Noshaq, el pico más alto de Afganistán con 7.492 metros.
Si la gesta de Marie Paradis abría el camino del montañismo a la mujer, el logro de Edurne Pasaban suponía un paso más hacia la igualdad de género en la montaña y convertía en ley las palabras de Reinhold Messner: “El alpinismo no es ni europeo ni masculino. El alpinismo es una opción”.
Y la ascensión de Hanifa Yousoufi ha constituido una victoria más de las mujeres en su lucha por la equiparación de derechos en una de las zonas más castigadas del planeta: Afganistán es un país devastado por la guerra y por el conservadurismo más salvaje en el que el mero hecho de practicar deporte puede costar la vida a cualquier mujer.
Yousoufi se embarcó en esta expedición a la segunda cima del macizo montañoso de Hindu Kush hace tres años, junto con otras dos escaladoras. Y tuvo que ocultar su identidad antes incluso de afrontar la ascensión para evitar que los integristas pudieran boicotearla.
Ahora sigue sin estar a salvo de posibles represalias pero ha decidido aparecer con su nombre y apellido para defender su logro, que consiguió junto a la guía estadounidense Emilie Drinkwater.
El Monte Noshaq ha estado cerrado para excursionistas y escaladores durante casi 30 años debido, en primer lugar, a la invasión soviética; después, a la guerra civil y por último al régimen talibán. Antes de la prohibición, una expedición japonesa firmó la primera ascensión en 1960, y trece años más tarde los polacos Tadeusz Piotrowski y Andrezj Zawada se apuntaron la primera invernal. Fue reabierto en 2009, y desde entonces solo tres montañeros afganos habían conseguido llegar a la cima: Afiat Khan y Malang Darya ese mismo año, y Aziz Beg en 2011.
A pesar de su apertura, hoy en día continúa la inestabilidad en la zona hasta el punto de que un día antes de que la expedición de Yousoufi se desplazara desde Kabul hasta el campamento base, los talibanes derribaron dos helicópteros del Ejército afgano en un distrito cercano, y la expedición se vio obligada a tomar tierra en un aeropuerto situado a 13 horas de Noshaq.
A pesar de la caída del régimen talibán tras la intervención militar estadounidense de 2001, Afganistán continúa siendo uno de los principales focos de violaciones de derechos humanos del mundo, en el que las mujeres son un colectivo especialmente castigado. Los reductos del talibanismo conviven en determinados enclaves con los señores de la guerra y el autodenominado Estado Islámico. Basta con mencionar dos líneas de la vida de Yousoufi para hacerse una idea de las condiciones que sufren las mujeres en Afganistán: se casó con 15 años, aunque ahora está divorciada, y hasta hace tres años nunca antes había hecho una sentadilla. Su inspiración para esta ascensión fue, según ella misma ha relatado, cada una de las mujeres y niñas de su país: “Lo he hecho por cada niña afgana. Las chicas de Afganistán son fuertes y lo seguirán siendo”, dijo en una comparecencia pública. Afganistán es, después de la India, el país más peligroso del mundo para las mujeres, según una encuesta de la Fundación Thomson Reuters.
La ascensión de Yousufi ha sido posible gracias a Ascend Athletics, una organización estadounidense sin ánimo de lucro que busca empoderar a las mujeres ofrendiéndoles las herramientas necesarias para la escalada y el liderazgo. La asociación fue fundada por Marina LeGree en 2014, y desde entonces sus integrantes, un grupo de mujeres afganas, han completado diversas expediciones que culminaron con la ascensión del pasado mes de agosto.