- Expediciones
- No hay comentarios
Ha vuelto del Nanga Parbat con algún pequeño problema de congelación en el dedo gordo del pie derecho, lo cual no ha restado ni un ápice del entusiasmo con el que Pello Hernando narra su hasta ahora “mejor experiencia” en la montaña. En efecto, este cocinero vasco que ha pasado por los fogones del Guggenheim, Boroa, Castillo de Arteaga y Ansotegi, entre otros, es un gran aficionado al montañismo, hecho que le ha llevado a formar parte este pasado invierno de la expedición de Alex Txikon al Nanga Parbat en su intento por ser los primeros en hollar su cima en época invernal. Su misión en un principio era la de ser el cocinero, pero acabó haciendo de todo. Él mismo nos lo cuenta.
– ¿Cómo fue la experiencia?
Ha sido algo espectacular. He vuelto con un problemilla de congelación en el dedo gordo en el pie derecho que me ha obligado a estar unos días ingresado en Zaragoza, pero nada grave. Prima lo vivido en el campo base del Nanga Parbat, que, la verdad, ha sido increíble.
– ¿Era la primera vez en una cordillera “ochomilista” como el Karakórum?
Sí, lo máximo que había hecho antes era subir el Mont Blanc. Soy un gran aficionado a la montaña, y me gusta ‘picar’ aquí y allá, pero esto eran palabras mayores.
– ¿Por qué decidiste ir al Nanga Parbat? ¿Cuáles eran tus motivaciones?
Conozco a Alex desde hace tiempo, y siempre le andaba diciendo a ver si algún día me llevaba a alguna expedición. Mis dos grandes pasiones son la montaña y la cocina. Se dio la oportunidad y decidieron integrarme como cocinero de la expedición, aunque acabé haciendo de todo.
– Por ejemplo…
Pues mira, allí me llamaban Mustafa porque me pasaban de todo. Si a alguien se le volaba la tienda era a mí, o cualquier otra “liada” siempre me pasaba a mí. Al margen de eso, la verdad es que en el campo base siempre hay algo que hacer, desde quitar nieve a montar una tienda, siempre se puede ayudar con algo.
“He visto hacer un bizcocho con olla a presión”
– ¿Respecto a tu labor de cocinero?
A pesar de no haber cocinado demasiado, aprendí mucho. ¡He visto hacer un bizcocho en una olla a presión! Allí usan la olla a presión para todo. También tienen una salsa propia que se la echan a todo: verdura, pasta, carne… Lo que más hemos comido ha sido arroz, lentejas y carne de cabra. La verdad es que, dadas las circunstancias, hemos comido muy bien.
– ¿Qué fue lo que se te hizo más duro de la estancia?
Sin lugar a dudas el frío. No te lo quitabas de encima. Hemos llegado a dormir a -20º dentro de la tienda.
– ¿Y lo más satisfactorio?
La gente, sin duda. Lo felices que son con lo poco que tienen. Me voy con la sensación de haber ofrecido mucho.
“La zona es ahora extremadamente segura”
– ¿Como era la seguridad? (después del ataque terrorista en 2013)
Actualmente es un lugar extremadamente seguro. Hemos tenido constantemente policías con nosotros. Estaban muy preocupados en todo momento por nuestra seguridad. De hecho, hemos llegado a estar 5 escoltas para 4 expedicionarios. Hay que tener en cuenta que en estas zonas cerca del 80% de la población vive del turismo. Por lo que nos contaron miembros de la escuela Messner, llevaban dos años sin expediciones. Es importante recalcar la seguridad de la que hemos gozado.
– ¿Cómo se vivió en el terreno la renuncia final a la cumbre y los hechos relacionados?
Nos dejó un sabor un tanto agridulce. Desde luego fue chocante que a la mañana comunicasen que ya estaban prácticamente a 8.000 metros y que tenían muy cerca la cumbre, y de repente recibir la señal de que se bajaban al campo 4 para poco después decir que bajaban al campo base. Fue una pena por todo lo que se lo habían “currao” y la motivación que tenían, pero estas cosas pasan en alta montaña. Por otra parte también un sabor dulce porque, a pesar de la situación un tanto crítica que vivió Ali ‘Sadpara’, todos volvieron sanos y salvos.
– ¿Lo volverán a intentar?
No va a ser fácil. Esta ha sido una expedición muy austera, con muy pocos medios. Para que te hagas una idea, normalmente este tipo de expediciones suelen contar con un meteorólogo que elabora partes diarios y actualizados. Nosotros no teníamos, andábamos sacando información de internet. Dependerá de los medios.
– Por tu parte, ¿te marcas algún reto relacionado con la montaña?
Me encantaría volver. Lo que quiero es poder seguir conjugando mis dos grandes pasiones que son la cocina y la montaña. He conocido gente muy interesante y seguro que de cara al futuro se pueden hacer proyectos que me mantengan vinculado de una u otra forma a esas montañas.