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Javier Baraiazarra siente pasión por lo que hace y eso se nota. Él mismo contribuyó a crear el Mendi Film Festival hace una década; quería convertirlo en un referente internacional y ya lo ha conseguido. Ahora se dispone a celebrar su décimo aniversario con una programación única, la mejor que se podrá ver en el mundo durante este año, según afirma. Y abierta, porque, según asegura, este certamen tiene temáticas para amantes de la montaña y para cualquier otra persona.
LANDK. Esta es ya la décima edición del mendi Film Festival. ¿Pensaba que llegarían hasta aquí cuando se embarcaron en este proyecto?
Jabier Baraizarra. Cuando creamos el Mendi Film queríamos que fuese un referente a nivel internacional. Quizá lo que no pensamos era que fuésemos a estar en esa situación tan pronto, en la décima edición… incluso para la séptima ya estábamos en un nivel muy alto… Y quizá no ha sido mucho tiempo, pero sí ha habido mucho esfuerzo. El festival sale adelante gracias a la ayuda económica de los patrocinadores que tenemos pero también por la implicación y el esfuerzo de los miembros del grupo, que hacen que el festival supere con creces esa aportación económica.
LANDK. ¿A qué nivel está en la actualidad en el ámbito internacional?
- B. Desde el año 2011 somos miembros de la International Alliance for Mountain Film. De los 24 miembros, 23 somos festivales de cine de montaña, y el Museo de la Montaña de Turín. Hemos estado hace 15 días en el festival de Banff, en Canadá, que es el festival internacional de referencia dentro de la Alianza, tanto de público como de prensa y medios especializados. Pues el sentir del resto de festivales y de colegas es que Bilbao está situado entre los tres más destacados, junto con el de Banff, y el de Trento en Italia, que es el más antiguo y uno de los primeros festivales de cine del mundo. Es algo que el resto de colegas traslada con toda naturalidad y que luego está refrendado por los números que tenemos en cuanto a venta de entradas, espectáculo, duración…
LANDK. El año pasado tuvieron más de 15.000 espectadores… ¿qué previsiones manejan para esta edición?
- B. La venta de entradas el año pasado fue de más de 9.100 pero el número total de espectadores en Bilbao rondó los 15.000. A ello se sumaron los espectadores del MendiTour, y ya estamos en cifras de más de 30.000 personas. Para este año tenemos un objetivo complicadísimo porque el número de butacas no da para más, pero nuestras mejores previsiones son alcanzar los 10.000 espectadores. Es más un sueño que otra cosa, porque ganar 1.000 espectadores de una edición a otra es muy complicado, teniendo en cuenta además cuál ha sido la evolución que hemos tenido desde que el festival está en Bilbao. Llegamos a la ciudad con apenas 4.000 espectadores en Vitoria, y hemos llegado a los 9.100. Mantener la audiencia ya es complicado, y mantener esa progresión lo es mucho más. Pero es el objetivo que nos hemos puesto. Esperamos que pasar el horario de la primera sesión de las 17.00 a las 17.30 dé tiempo a llegar a la gente que sale del trabajo o el instituto…
LANDK. ¿El festival está dirigido solo a mendizales o también es apto para quienes no son expertos en montaña?
- B. Tiene temáticas que afectan a cualquier persona, aunque la mayoría está centrada en un escenario de montaña. No hablamos solo de gente que sube al monte por unas rutas increíbles o que desciende en esquíes por laderas vertiginosas, no: hay historias de reconciliación, personales, sociales, tiene temáticas como el cambio climático, que siempre está presente. Por ejemplo, el año pasado una de las películas que más reconocimiento tuvo, también a nivel mediático, fue Samuel in the clouds, que trata la desaparición de un glaciar en Bolivia a 5.000 metros de altitud. Es decir, hay una temática muy amplia, que al público que viene por primera vez le sorprende, bien por la espectacularidad o porque encuentra temas que no imaginaba y que realmente le gustan. Son películas que cuando sales del cine lo haces, no sé si renovado, pero sí con un espíritu mucho más positivo y con mucha más fuerza.
LANDK. ¿Se atrevería a definir el festival?
- B. Uff… es complicado. El público es cada vez más heterogéneo porque el que no es mendizale nos hace una publicidad tremenda en cuanto se da cuenta de que, pese a ser temático, es un festival atípico. Porque si vas al festival de cine de terror, sabes que es de terror, y si vas a uno de temática social, solo encuentras temática social… Este es un festival de montaña, pero la montaña solo es el escenario, un escenario que va desde el inicio del valle hasta la punta del valle. ¿Cómo lo definiría? Pues quizás como dice nuestro eslogan: un festival de alta montaña al nivel del mar. Eso es lo que define el festival: tiene una amplitud muy grande, siempre con respeto a la naturaleza y al medio ambiente, que son dos de sus características, y es para compartir absolutamente con toda la sociedad.
LANDK. Precisamente, el festival va a arrancar con Mountain, que es un documental espectacular. Puede ser una buena carta de presentación para lo que comenta, ¿no?
- B. Absolutamente. Hemos peleado lo indecible, lo inimaginable, para traer esta película. Ha sido complicadísimo. Es una película que no está disponible para festivales temáticos, pero que ha hecho posible nuestro recorrido. Y ha sido una apuesta total de todo el equipo del Mendi porque traslada el ADN del propio festival. Mountain lo tiene absolutamente todo: narra la relación del ser humano con la montaña, previa al inicio del alpinismo. Cómo se pasa de ver una naturaleza hostil; cómo ha sido ese transitar de más de tres siglos de relación del hombre y la montaña hasta el punto de que, hoy en día, la montaña no solo no es un enemigo, sino que llegamos a poner conscientemente en riesgo nuestra vida por practicar y lograr en ella una serie de objetivos. Tiene una factura musical espectacular, porque no solo es una película de montaña para montañeros: es un encargo de la Orquesta de Cámara de Australia. Es un proyecto que nace de la música, que no tiene ninguna relación especial con la montaña pero que busca un poco esas claves de por qué vamos a la montaña. Y a nivel cinematográfico es espectacular, está grabada con planos que rozan el arte, magistrales. Y luego tiene un compendio de imágenes e historias que nos sirve para hacer también un recorrido y un recuerdo del desarrollo del cine de montaña y del Mendi Film de los cuatro últimos años. Creo que Mountain es la obra perfecta para inaugurar esta décima edición.
LANDK. ¿Podría sugerir una película a un montañero curtido y otra a alguien que ve esto de la montaña con cierta distancia?
- B. Para un público general, y no excluyo a los montañeros, hay dos películas fundamentales: una es Blood Road, y la otra es Charged, la historia de Eduardo García. Son dos películas de una fuerza vital que a mí me han sorprendido y que van a sorprender a todo el mundo. Son dos documentales que no son típicos, por lo menos en nuestro entorno, y ésta va a ser la única oportunidad de verlos. Y luego, a nivel de montaña, por descontado Mountain y…. Es que tenemos una programación impresionante. Otros años lo dices con la boca pequeña, pones en valor todas las películas; pero este año sin ninguna duda tenemos la mejor programación del año de cualquier festival. A nivel personal hay una que me encanta, pero que es para montañeros netos. Es la de Adictos a la Altitud, una película sobre el himalayismo de la antigua Checoslovaquia. Es un largometraje para ver tranquilo pero que tiene una historia excepcional. Para valorar nuestro alpinismo hay que conocer primero lo que se ha hecho en el mundo, y entonces tendremos el criterio suficiente para valorar lo que tenemos en casa. Y esta película es fundamental. Además, va acompañada de los cambios políticos que hubo en Checoslovaquia, que han ocurrido también en la antigua Yugoslavia, etc. Lo que el monte unió lo separaron la política o las circunstancias sociales. Son historias muy interesantes que para este país vienen también muy bien. Que cada uno reflexione, pero ahí están.
LANDK. Este año habéis dedicado un espacio especial a siete mujeres relacionadas de distinta forma con el alpinismo. ¿Era una tarea pendiente reconocer el papel de las mujeres en este deporte?
- B. En el Mendi no vemos esa diferencia, aunque existe en el día a día, en el aspecto deportivo y en el profesional. Siempre decimos que no vamos al monte hombres o mujeres sino personas. Pero este año sí queríamos poner encima de la mesa un evento especial, no tanto sobre esa falta de igualdad o de equilibrio, sino para celebrar algo que no se había hecho en ninguna otra parte del mundo. Juntar a estas siete mujeres nos ha costado ni más ni menos que 10 años. Son referentes a nivel internacional y están reconocidas por toda la comunidad alpinística y escaladora. Todo el que venga al festival este año va a tener un décimo aniversario maravilloso.
LANDK. Y además se va a tributar un homenaje a Alberto Zerain …
- B. Va a ser un acto muy sentido pero muy pequeño. La temática del festival nos llevaría a tener que hacer todos los años algún acto de este tipo porque este deporte es el que es, y es muy larga la lista de amigos, conocidos y de gente que ha pasado por el festival, tanto en persona como en las películas, que nos ha dejado. Nunca hemos querido dar al festival ese toque de homenaje continuo, pero este año, siendo el décimo aniversario, tristemente ha coincidido así. Alberto fue una de las personas que más nos apoyó al principio, y por su manera de ser, que llegaba muchísimo y era muy querido, vamos a dedicarle una especie de homenaje que también tendremos en la inauguración, a nivel general. No homenajeamos a los muertos, lo que queremos es hacer un canto a la vida que es lo que toda esta gente tiene en su mirada cuando va al monte. Al monte no vas a morir, vas a buscar la esencia de la vida, lo más profundo de ella.
LANDK. Un broche perfecto, Jabier. Muchas gracias y mucha suerte.
- B. A vosotros. Un abrazo enorme.