- Aventura y Montaña
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Conocerse mejor para escalar mejor. El factor psicológico es probablemente uno de los más importantes para llegar a ser un buen escalador. No obstante, con frecuencia no se explora lo suficiente entre los practicantes de este deporte. En este artículo os proponemos algunos consejos para conocer mejor vuestra “psique vertical” y vuestro “yo escalador” con el fin de aumentar vuestras prestaciones en la roca. Es válido tanto para los neófitos como para los más experimentados.
Lo más importante de todo, como en cualquier deporte y aspecto de la vida, es pensar en positivo. Hay que generar un estado de ánimo positivo que repercuta en nuestra forma de escalar. Para ello conviene evitar el error en la visión de este deporte que cometen muchos de sus practicantes: éxito o fracaso, negro o blanco. No sacar una vía no tiene porqué ser sinónimo de un mal día. Conviene acostumbrarse a irse a casa cada día con las cosas buenas de la sesión. Siempre hay pequeñas victorias, un movimiento muy concreto, un lance, el disfrute de un día de monte en buena compañía en lugares increíbles. El tema es saber matizar la valoración y quedarse con lo bueno. Y sino, pensemos en la actitud positiva de aquellos para los que solo empezar a escalar es un reto, ¡y lo superan!
Otra cuestión bien diferente es el miedo. El miedo a las caídas, a la altura. Tener miedo es lo más natural, de hecho el valiente no es el que no lo tiene (ese es más bien un inconsciente) sino el que se enfrenta a él y lo vence. Estar colgado a decenas o cientos de metros de altura no es lo más natural para un ser humano, es normal que en esas situaciones afloren nuestros temores más instintivos. Para hacerles frente, en primer lugar hay qué reflexionar qué es exactamente lo que nos provoca el miedo, ¿falta de confianza en el material?, ¿o en la persona que nos asegura?, ¿la angustia de no tenerlo todo controlado? Hay que tener bien identificadas las causas y trabajar sobre ellas.
Por otra parte, si lo que nos provoca el temor es la caída en sí y sus posibles consecuencias, lo mejor es ir acostumbrándose a ellas poco a poco. Es recomendable dejarse caer para experimentar la sensación e ir sientiéndose cómodo y seguro. Se puede ir aumentando gradualmente la altura de las caídas. Dejarse caer de forma regular ayudará a que perdamos ese temor a las caídas, pues estaremos familiarizados con la sensación.
Controlar nuestros pensamientos
Relacionado con esto último estaría el hecho del nerviosismo y la agitación mientras se escala (pensamientos negativos que provocan el miedo) lo cual merma muchísimo nuestras capacidades. ¿Cómo controlar nuestros pensamientos en una vía? Saber controlar la respiración es una excelente receta. Esto ayuda a generar un estado de relajación que conecta cuerpo y mente. No hay que pensar más allá del presente inmediato. ¿Qué presas tengo cerca? ¿dónde apoyo los pies? Una máxima concentración en los movimientos concretos y un estado de relajación a través de una buena respiración ahuyentará los malos pensamientos y hará que escalemos más sueltos.
Visualización. Una palabra clave en muchos deportes. Consiste en visualizarse a uno mismo consiguiendo lo que va a intentar. Antes de empezar una vía nos imaginamos a nosotros mismos superándola. Aunque parezca mentira, se trata de una técnica muy eficaz. Es más, cuantos más detalles de la acción incluyamos en la visualización, cuanto más real la hagamos (tacto de la roca, olores, descansos, magnesio..), tanto mejor. Eso sí, ¡solo lo positivo!
Otro proceso de gran ayuda es crearse un “rito” antes de empezar a escalar. Pies de gato, magnesio, nudos…este proceso nos predispondrá de cierta forma a la “batalla” y beneficiará la posterior visualización positiva del objetivo.
Para expertos y principiantes
Por otra parte, no cabe duda de que el dominio de técnicas de meditación es de gran ayuda para la aplicación de todas las cuestiones recién citadas, así como para adquirir un control mental que nos ayude a superar nuestro miedos, aumentar nuestra concentración, y de esta forma optimizar nuestro rendimiento, tanto en la escalada y el deporte como en la vida en general. Aunque para ello poco se puede aportar desde un artículo, la meditación requiere cierta formación (algunas sesiones de yoga pueden ser una buena opción para empezar).
Finalmente, queremos hacer hincapié en que estos consejos sobre la psicología en la escalada se pueden aplicar para cualquier nivel. Tanto para gente muy experimentada como para recién iniciados (o incluso gente que todavía no ha empezado pero tiene idea de). El hecho es que muchos escaladores no alcanzan su nivel real debido a los factores psicológicos que se lo imposibilitan. Una atención real y cuidado de los factores mentales en la escalada puede verdaderamente marcar la diferencia y hacernos llegar al nivel máximo de nuestras capacidades, con el consiguiente disfrute.
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Muy buenos consejos, gracias y un cordial saludo.