- Aventura y Montaña
- 4 comentarios
El efecto Decathlon…Es la expresión acuñada por el consejero de Interior de la Generalitat de Cataluña, Jordi Jané, ante la realidad que se está viviendo desde el pasado verano en los Pirineos. Los amantes de la montaña acuden a las grandes superficies, se equipan, y atacan objetivos ambiciosos. ¿El problema? Equipación no es sinónimo de capacitación. Faltan mimbres en las piernas de los montañeros.
Así las cosas, las administraciones están dando la voz de alarma. En Cataluña el número de rescates ha subido un 18% respecto al año pasado. En total 493 rescates sólo en este territorio en los dos últimos meses. Pero no es una realidad aislada. En Aragón alertan de la misma deriva: este año ya se han superado el número de muertes en montaña registradas en 2015.
La cifra –21 muertos hasta la fecha– está por encima de los 20 fallecimientos contabilizados durante todo 2015 y se acerca a los 23 de 2014. En la última década sólo en dos ocasiones se superaron esos registros: en 2008 (25) y 2010 (31). Y no sólo es ya la desgracia de perder vidas, sino también el coste que tiene cualquier mínima actuación en la montaña: cada hora de vuelo de los helicópteros de rescate cuesta una media de 2.000 euros.
¿Quién paga los rescates?
Por eso la discusión se está orientando ahora hacia la responsabilidad en la montaña. Existe una normativa bastante precisa sobre lo que se considera una negligencia en la actividad montañera, pero rara vez se aplica. En ella se explica en qué casos el montañero se hará cargo de los costes de un rescate.
En principio, la norma establece que estas tasas se aplican a las personas que no hayan atendido a los avisos de alertas o predicciones nivel rojo de meteorología e incluso en los casos en los que el riesgo o el peligro sean simulados.
En este sentido, la ley establece que se consideran de esta forma los siguientes casos:
- Los rescates en zonas de acceso prohibido
- Rescates a personas que no tengan el equipamiento adecuado para su actividad
- Deportes y actividades peligrosas
Negligencias y atrevimiento
Evidentemente, el problema del bien acuñado término del efecto decathlon es el atrevimiento. Muchas veces se confunde negligencia con ambición. En este sentido, ha tenido mucho que ver el auge de prácticas como el ultrarail y la aparición de figuras como Kilian Jornet: tenemos la impresión de que podemos hacer cualquier cosa y afrontar cualquier reto, cuando no es así.
Ante este tipo de actitudes, las administraciones se plantean endurecer la norma o, al menos, aplicarla más severamente. Desde Lank, no podemos más que recomendar precaución y, sobre todo, reivindicar la figura de los clubes de alpinismo y la posibilidad de federarse.
Sin duda, son dos opciones que hacen del montañismo una práctica mucho más segura y responsable, y ayudan a afrontar esta práctica con las mayores garantías sin caer en el efecto Decathlon.
4 Comentarios
Llamadme loco, pero parece que el coste de los helicopteros les molesta a los polítios porque es dinero que ya no pueden robar. El dinero que cuestan lo pagamos los ciudadanos con nuestros impuestos, así que los ciudadanos tienen derecho a ser rescatados. Otra cosa es que se les quiera multar, pero el concepto es diferente.
No será mas bien el efecto Kilian Jornet?
En los ultimos años han aparecido carreras duras, muchas de montaña y triatlones. Son pocos los que pueden seguir a Kilian y seguramente muchos que lo intentan.
Quizas hay demasiados optimistas que quieren empezar la casa por el tejado.
Gran post si señor y muy muy acertado, en montañanse se ve de cada cosa…con permiso lo compartimos en nuestra pagina de noticias enlazándo vuestro blog en
Noticias en la vertical
Muchas gracias!
Y porque tengo que pagar de mis impuestos esto? Ellos saben el peligro de ciertos deportes, esto es buscarselo ellos solos, lo logico es que si pasa algo lo paguen de su bolsillo, yohago deporte pero no estoy loca y se hasta donde puedo llegar , pero estos accidentes se lo buscan ellos mismos , si no que se hagan seguros adicionales