- Aventura y Montaña
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El dopaje es una de las grandes lacras del deporte. Lejos de desaparecer, con el auge de las competiciones del deporte amateur se ha extendido a deportistas no profesionales de todas las edades. El profundo espíritu competitivo que reina en la sociedad actual hace que, a veces, se pierda la noción de dónde residen los verdaderos valores del deporte: esfuerzo, sacrificio, superación y deportividad, entre otros. Las carreras de montaña no escapan de esta mala praxis.
Si bien es cierto que, por tratarse todavía de un deporte relativamente joven y que no mueve grandes cantidades de dinero, los casos de dopaje en las carreras de montaña son todavía excepción, ya van apareciendo algunos que enciende las alarmas y obligan a las autoridades pertinentes a activar las medidas de control necesarias. En efecto, hace unos días conocíamos a través de Desnivel que se confirmaba el caso de dopaje de Silvia Miralles, lo cual le convertía, según la conocida publicación especializada, en “el primer caso confirmado de dopaje en el mundo del trail running español a nivel oficial, es decir, dentro de la disputa de una carrera auspiciada por la Federación Española de Deportes de Montaña y Escalada (FEDME), algo que ocurrió en la última edición de la Haría Extreme”, el pasado mes de octubre en Lanzarote.
Al margen de que este incidente se termine de aclarar, ya desde el año pasado las distintas federaciones relacionadas con el deporte de montaña se pusieron manos a la obra. En el caso de la FEDME, habilitó un apartado en su web en el que se informa de todo lo relacionado con el deporte y el dopaje, de forma que los corredores tengan a mano una fuente de información fiable sobre todo lo relacionado con este tema tan peliagudo.
Son muchos los casos en los que el corredor no está seguro de si un medicamento contiene o no alguna sustancia que pueda ser susceptible de dar positivo en un control anti-dopaje. Aparte del citado caso de Silvia Miralles, donde la sustancia detectada fue la Terbutalina -un principio activo incluido en algunos jarabes usados para tratar bronquitis y afecciones de las vías respiratorias- existen muchos más en los que la toma de medicamentos ha acabado en positivo y posterior sanción. El listado de sustancias prohibidas cambia cada año, por ello son indispensables para los competidores iniciativas como las de la FEDME.
Otras federaciones que parecen haberse implicado en la lucha contra esta lacra son la ISF (International Skyrunning Federation) y la ITRA (International Trail Running Association). Entre todas, y con la ayuda de más entes como la Unión Internacional de Asociaciones Alpinismo (UIAA), quieren evitar que la lacra del dopaje se instale en el mundo del trail.
Tres positivos en una carrera en Euskadi
Conviene recordar que el caso más importante en nuestro país tuvo lugar en 2011 en la carrera Arratzu-Urdaibai, donde se detectaron tres casos de sustancias dopantes en los corredores. Se realizaron seis controles por parte del Gobierno vasco, de los cuales tres dieron positivo. Los positivos fueron por anabolizantes, cannabis y EPO (este último con el exciclista profesional Aitor Osa, que ya se había visto envuelto en la Operación Puerto, como protagonista). Nadie quiere que estas situaciones sonrojantes para el deporte se vuelvan a repetir.
Al margen del daño que estas malas practicas hacen al deporte en sí (más si cabe en el caso de deportes que están popularizándose cada año más) no hay que olvidar los efectos perniciosos que pueden tener en la salud de los deportistas. En el caso de las hormonas de crecimiento, por ejemplo, pueden hacer crecer células anómalas y procesos tumorales. Insuficiencias renales, diabetes e incluso la muerte son consecuencias reales de la toma de este tipo de sustancias.
Está claro que, en lo que a las carreras de montaña se refiere, es el momento de endurecer controles y estrechar el círculo sobre los tramposos para erradicar el dopaje antes de que sea demasiado tarde. Como decíamos, es un deporte relativamente joven lo cual permite poner coto a este problema que acecha en la mayoría de los deportes profesionales. Prevenir es fundamental. Y eso debería pasar, entre otras muchas cosas como la educación, por aumentar el número de controles que, a día de hoy, se antoja bastante bajo. El trail running va a seguir creciendo, y debe hacerlo lejos de la alargada sombra del dopaje.