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¿Tienes pensado empezar a escalar? Los pies de gato es lo primero que debes comprar. Pero, ¿cómo elegir unos adecuados? Las posibilidades son muchas y variadas. En las siguientes líneas ofrecemos una serie de consejos para atinar al máximo en la elección de este calzado imprescindible para trepar. ¡Ojo! Los consejos valen tanto para neófitos como para aquellos ya iniciados que no acaban de acertar con los gato.
A la hora de escoger unos pies de gato hay dos cuestiones principales que hemos de tener en cuenta: la talla y el modelo. Acertar con la talla es crucial. Los gato sean probablemente la herramienta más importante en la escalada (desde luego que hay otros mucho factores clave, tanto físicos, como técnicos, como factores mentales). Cómo de a gusto nos sintamos con ellos es de vital importancia. Algunas “leyendas urbanas” dicen que en pies de gato siempre hay que optar por una talla menos a la que calzamos habitualmente. No es del todo cierto. Si son demasiado pequeños y no estamos cómodos acabaremos por tener que bajarnos de la pared por la incomodidad y el dolor Por contra, si son demasiado grandes y el pie nos baila, no cumplirán con su función y nos restará confianza.
¿Dónde está, pues, el punto intermedio? Una buena idea idea es guiarse por las tablas comparativas de tallas que existen. Por otra parte, dependerá del tipo de escalada al que te quieras dedicar. En modalidades más exigentes a nivel de dificultad técnica como la deportiva y el búlder es recomendable unos pies de gato más ajustados que proporcionen seguridad y sensibilidad con la roca, pero sin pasarse. Otras modalidades como la escalada clásica requieren pies de gato menos ajustado y más cómodos ya que los tendrás que llevar puestos mucho tiempo y la exigencia técnica no es tan elevada.
Eso sí, no olvides que el pie de gato se estira ligeramente con el uso. Es importante tener esto en cuenta cuando estemos en la tienda. Un modelo que nos quede ya holgado al principio no es una buena elección.
Respecto a la elección del modelo, hay varios aspectos a tener en cuenta:
Pies de gato simétricos y asimétricos
Una vez más, la diferencia está en el tipo de escalada para la que se vayan a usar. Los simétricos son más cómodos y más recomendables para vías largas. No son muy recomendables para vías de alta dificultad. Los asimétricos, por su parte, son más incómodos pero más precisos. Se recomiendan en vías de alta dificultad de escalada deportiva y bloque.
Duros o blandos
Los modelos más duros están pensados para placas verticales. Ofrecen menos sensibilidad pero gran resistencia al pisar cantos pequeños. Los blandos, sin embargo, se ajustan más a escalada tipo boulder con grandes desplomes y techos, donde una sensibilidad máxima es imprescindible.
Suelas planas y curvadas
La diferencia en este punto está bien clara. Las suelas curvadas son solo para aquellos escaladores con cierto nivel, pues la curvatura (la punta hacia abajo) está pensada para determinados movimientos en desplomes y techos. No recomendados, pues, para recién iniciados.
Cordones o velcro
Esta elección no tiene mucha base técnica, pero sí que es cierto que es una duda recurrente a la hora de elegir gatos nuevos. Lo normal es que aquellos que vayan a practicar modalidades como el búlder opten por velcro pues van a andar calzándose y descalzándose continuamente. Es decir, por una cuestión de comodidad y no de rendimiento del pie de gato.
Dicho esto, el resto de la elección depende de cada uno, sus objetivos, prioridades, y feeling con cada pie de gato. Como mucho podemos añadir la diferencia entre el uso de materiales naturales y sintéticos (estos últimos soportan pero el sudor, aunque a nivel de rendimiento no hay diferencias). En cuanto a las marcas, se trata de algo demasiado subjetivo donde cada uno debe encontrar sus preferencias. ¡Solo la práctica de la escalada te ayudará a resolver las dudas!