- Aventura y Montaña
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Estamos en pleno invierno. Y éste se puede sufrir o disfrutar. Es una cuestión de actitud, pero también de preparación y equipación. Hay quien dice que no hay mal tiempo, sino mala ropa. Es un tópico que esconde gran parte de verdad. Si vas bien vestido, empezando por tus extremidades, la pérdida de calor corporal se reducirá. En esta entrada vamos a hablar de las mejores prendas para evitar el frío cuando salgas a la montaña este invierno, que se prolongará hasta mediados de marzo.
Tres capas
En LandK te hemos hablado de que no hace falta que te gastes una fortuna para ir bien vestido en la montaña. Al igual que para correr, en líneas generales y siempre que no te enfrentes a condiciones extremas, una buena estrategia es la de las tres capas, empezando con una camiseta interior térmica que abrigue pero que permita la ventilación. No hay nada peor en invierno que sudar demasiado, empapar la camiseta interior y luego enfriarse. La clave es ir abrigado y seco a la vez, evitando que tanto el sudor como la lluvia y la nieve calen.
Las camisetas térmicas han mejorado muchísimo sus prestaciones en los últimos años y en tu tienda de confianza podrás encontrar opciones de todo tipo. Por supuesto que hay de última tecnología a un precio elevado, pero también encontrarás una gama media a un precio muy competitivo que cumplirá con nota su cometido. Te aseguramos que una vez que des con tu camiseta interior ideal no podrás vivir sin ella. Son muchos los montañeros que la visten no solo en sus jornadas de montaña sino en su día a día.
Esta primera capa suele ser de fibras sintéticas (como poliéster, que suele tener un precio más reducido y seca más rápido), lana (como merino, con un tacto más cómodo y que evita olores) u otras mezclas. Lo suyo es que esta prenda nunca sea de algodón, ya que absorberá tu sudor y te sentirás mojado, y que se ajuste a tu cuerpo sin llegar a apretar.
Para la segunda capa, como te contábamos en esta entrada dedicada al trail running, los expertos recomiendan una prenda más gruesa, como un forro polar o jersey, que podrás quitarte en función del tiempo y las sensaciones. El objetivo es que te aisle de las condiciones exteriores. Por encima, necesitarás una chaqueta o cortavientos, preferiblemente reflectantes, que te aíslen del exterior pero que también permitan cierta transpiración. Ten en cuenta que si tu chaqueta es cien por cien impermeable no te permitirá transpirar. Se trata de encontrar un equilibrio entre la impermeabilidad y la transpiración.
Complementos
No olvides tampoco los calcetines técnicos, que al contrario que los clásicos de algodón te abrigarán mientras evaporan el sudor. También pantalones con membranas técnicas para que, al igual que con tu chaqueta, te permitan transpirar sin mojarte. Y por supuesto unas botas adecuadas para el terreno que pises. Déjate aconsejar en tu tienda habitual y prueba y prueba antes de comprar sin miedo de ser pesado.
Para terminar: apuesta por los complementos. Serán tu gran aliado: gorros, guantes, orejeras, bragas, polainas… No olvides que por las extremidades se pierde mucho calor y que, en caso de aumentar la temperatura, te los podrás quitar con facilidad.
La precaución, tu mejor aliada
Es un clásico de este blog: la precaución es lo primero. En invierno se puede salir a la montaña, pero debes extremar las precauciones. Más que nunca estás obligado a revisar el parte meteorológico, ir acompañado, avisar de la ruta que vas a hacer, llevar el móvil con batería suficiente e incluir en tu mochila un botiquín de primeros auxilios que no tiene por qué pesar demasiado, bolsas de calor, un mechero y una manta térmica… Una buena idea, ya que es fácil desorientarse en invierno en condiciones de poca visibilidad, es llevar un GPS. Y ten en cuenta que tu cuerpo consumirá más calorías, por lo que debes comer con regularidad, y que aunque no sientas sed tienes que hidratarte.