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Mucho ha cambiado en la montaña en los últimos años. Con un GPS en la muñeca, resulta cada vez más difícil perderse. Pero a veces cometemos errores y todo lo que puede salir mal sale mal. Nos perdemos, nos quedamos sin batería en el GPS, no hay cobertura en el teléfono móvil y el atardecer y el miedo a la noche se acercan. ¿Qué puedes hacer? En esta entrada te contamos cómo orientarte en la montaña paso a paso.
Recordemos lo básico. Como insistimos en este blog, lo más importante cada vez que salimos a la montaña es seguir unas rutinas que impidan los errores en cadena: avisar a alguien de la ruta que vamos a seguir y a qué hora vamos a volver, cargar el móvil, llevar comida y agua, ir acompañado, revisar el parte meteorológico, tener siempre en la mochila una brújula…
Pese a ello, porque a veces todo puede fallar y porque la montaña no perdona la imprudencia, nunca está de más aprender los conceptos básicos de orientación. Por supuesto este texto no pretende sustituir los siempre útiles cursos en esta materia que ofrecen guías, federaciones y clubs.
¿Qué ves? Saber mirar es una de las claves. Si te pierdes, lo primero es parar. No sigas caminando. Manten la calma. Para unos minutos y observa.
Si es de día, la dirección del Sol te dará la pista más importante (sale por el Este y cae por el Oeste). Puedes clavar un palo en el suelo en posición vertical, marcar el lugar donde acaba su sombra, esperar entre 10 y 15 minutos y volver a señalar la punta de la sombra. La línea entre el primer y segundo punto irá de oeste a este. Si pones entonces el pie izquierdo en la primera marca (oeste) y el derecho en la segunda (este), tu cabeza mirará hacia el norte.
Si ya ha caído la noche, no olvides que las estrellas cambian de posición, salvo la Estrella Polar, que en nuestro hemisferio marca siempre el norte. Para localizarla puedes seguir estos consejos. La Luna también puede ayudarte. En su fase creciente, con forma de D, las puntas apuntan al este. En su periodo menguante, con forma de C, miran hacia el oeste. Algunos profesores, al menos antaño, recordaban a sus alumnos un truco. La Luna miente. Si tiene forma de C, de creciente, es que está en su periodo menguante.
El musgo no es una brújula
Fíjate también en la vegetación. En el hemisferio norte, la vegetación suele ser más frondosa y verde en el norte y el noroeste por el frío y la humedad. Y observa también en la orientación del musgo. No sustituye a una brújula, ya que no siempre crece hacia el norte (le basta con una zona de sombra), pero sí que generalmente su dirección te dará pistas de la ubicación de este punto cardinal.
Si encuentras un río o riachuelo, sigue la corriente. Tarde o temprano llegarás a un punto habitado, a un camino o una carretera. La nieve también puede darte pistas. Las caras de las montañas que apuntan al norte suelen tener más nieve.