- Aventura y Montaña
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Con más frecuencia de la que nos gustaría nos sacuden trágicas noticias como la del montañero vizcaíno fallecido este fin de semana en Candanchú. Sin lugar a dudas, no se trata de un hecho aislado. A pesar de ello, existen formas de minimizar los riesgos en la montaña. De esto sabe mucho Alberto Ayora, un referente internacional en seguridad, gestión y prevención del riesgo en montaña. El Teniente Coronel Ayora ha sido el responsable de la planificación de las actividades del Grupo Militar de Alta Montaña y Jefe del Departamento de Instrucción y Adiestramiento en Montaña de la Escuela Militar de Montaña y Operaciones Especiales (EMMOE) de Jaca. Además, ha publicado dos libros relacionados: “Gestión del riesgo en montaña y actividades al aire libre” y “Riesgo y liderazgo. Cómo organizar y guiar actividades en el medio natural”.
¿Cuáles son las principales causas de accidentes en la montaña?
Los Grupos de Rescate e Intervención en Montaña (GREIM) manejan anualmente una casuística variada, pero se puede decir que generalmente una mala planificación, sobrestimar nuestras capacidades, y un nivel técnico inferior al requerido por la ruta son algunas de las principales causas. Además, el factor emocional del ser humano también suele influir, pues nos hace tomar decisiones muchas veces equivocadas.
¿Existe un perfil del accidentado?
En realidad hay perfiles diferentes para tipos de accidentes diferentes. En cuestión de género, y siempre generalizando, podemos decir que la mujer tiende a evaluar más los costes a la hora de tomar riesgos en una actividad de montaña, mientras que los hombres evalúan más el beneficio. Si atendemos a la edad, hemos de tener en cuenta tanto cuestiones fisiológicas relacionadas con las funciones ejecutivas del cerebro, como el mayor nivel hormonal que hace que los jóvenes sean normalmente más propensos al riesgo. La gente mayor, por su parte, suele tener accidentes debido a la no adecuación de la ruta con su condición física. Y si se tiene mucha experiencia entra a jugar la complacencia o excesos de confianza.
Por actividades, ¿cuáles son las que mayor número de accidentes acaparan?
La respuesta a esta pregunta viene marcada por el número de practicantes. Así, es el senderismo el que mayor número de accidente registra, pues es el que mayor número de personas practican. A otros niveles técnicos, la escalada en hielo y alta montaña presentan accidentes de mayor gravedad. Por su parte el barranquismo es una actividad que se practica mucho y requiere cierto nivel técnico. Hay un número elevado de accidentes por saltos a pozas. Por épocas, y siguiendo el mismo razonamiento de afluencia, el verano es la época con más accidentes. Cabe matizar que no incluyo, porque los desconozco, los datos de las estaciones de esquí, pero es evidente que en los dominios esquiables hay una casuística que sería interesante conocer en profundidad.
Lo importante es el camino, no la meta
Como experto en la materia, ¿qué medidas existen para minimizar riesgos y evitar accidentes?
Es imprescindible planificar. De hecho en montaña se puede y se debe planificar todo. En primer lugar definir bien el objetivo: ¿Por qué quiero ir?; y después condiciones como la meteorología, el estado de la nieve, y también el número de participantes (un buen número es tres) así como sus niveles físico y técnico. Por otra parte, debemos tener muy estudiados los puntos clave de la ruta, como posibles puntos de extravío y pasos complicados, y planificar para volver con un margen de tiempo suficiente por si surgen imprevistos. Aún así, en montaña no existe el riesgo cero.
En la montaña, ¿físico o cabeza?
Lo ideal es la suma de un buen físico, una buena técnica y una buena cabeza, pero el factor más determinante es, sin duda, el mental.
Lo decía porque parece que mucha gente, animada por una buena condición física, asume riesgos que no debería en la montaña…
Desde luego, las actividades en este terreno requieren una experiencia y un conocimiento del medio que solo se adquieren mediante la práctica. Hay que ir poco a poco. Pero la sociedad actual parece que empuja al “lo quiero y lo quiero ya”, y además cuanto más difícil sea el reto mejor. Esa no debería ser la mentalidad. Lo bonito es el trayecto, el camino; no la meta.
¿Qué opinión te merece que se cobre por rescate?
La pregunta debería ser: ¿Para qué se cobra el rescate? Ya lo he comentado en otras entrevistas, no creo que sea la forma de evitar accidentes.
Aragón, a la cabeza en seguridad en montaña
¿Qué país es la élite en rescates de montaña?
Pues he de decir sinceramente que España, y en concreto Aragón, cuenta con uno de los mejores servicios de rescate de montaña que conozco. La asistencia médica in situ, una formación muy exigente de los grupos de rescate, disponibilidad las 24 horas y el exhaustivo conocimiento del territorio, entre otras cosas, lo convierten en uno de los mejores. Debemos valorarlo como se merece.
¿Cuáles son tus próximos retos a nivel profesional?
La prevención en las actividades de menores. La planificación en grupos de menores, para evitar algunos de los accidentes que se están produciendo, supone para mí un reto estimulante para el futuro a corto plazo.